Este libro se encuentra lejos de la pretensión de un manual. No es una biografía, ni tampoco quiere convertirse en una guía que propone taxonomías de lectura. Se podría encontrar algunas huellas, algunas pistas o escenas que, en su interacción, puedan a ojo del lector- convertirse en escenas dialécticas nunca cerradas. Se podría encontrar con algunas ideas nómades de las que somos conscientes tanto de su fragilidad como de su provisoriedad. Por supuesto que este no es un libro que pretende de abordar la totalidad de la obra de Benjamin. Un libro de esa envergadura es, o bien imposible, o está de antemano condenado al fracaso. Por ello su propósito es infinitamente más modesto porque tan sólo intenta ofrecer en una perspectiva en específico, donde el centro de la discusión pasa por husmear el lugar que ha ocupado en la historia reciente de la filosofía.