La propuesta de Eva Muchinik es muy clara: intenta demostrar, a partir del analisis sistematico de las historias de vida, que la vejez puede reclamar un espacio dentro de nuestro marco cultural, que supere los prejuicios de la decadencia, la discapacidad y la impotencia. La vejez trata de un momento del ciclo vital en el que el ser humano puede, de acuerdo con las condiciones de vida en la actualidad, acceder a una renovacion y a una redefinicion del proyecto personal.