Enrique Molina Garmendia, educador, filósofo y escritor, fue un notable intelectual chileno del siglo XX, de un carácter perseverante, formado sobre la base de su esfuerzo personal y su empeño por mantener una disciplina interior que le permitiría ir cumpliendo sus diversas metas. Desde joven se preocupó de ir más allá de su entorno; no se conformó con el medio que por su origen le correspondió vivir. Y fue capaz de cambiar, de evolucionar e hizo de su propia vida lo que él pregonaba. Además, supo mantenerse como un independiente en cuanto a militancias políticas, religiosas o de otro tipo. Creemos necesario rescatar su pensamiento, tanto desde la filosofía como desde la educación, en eventos de divulgación, de debate, de extensión universitaria. No para rendir postreros homenajes, ni exaltar su figura, ni tampoco para cuadrarse ante sus ideas, sino para reflexionar acerca de sus ideas y poder contextualizarlas a la actual realidad académica y social de nuestro país.