El paradigma de la preparación de la persona hacia lo simple, lo elemental, enseñar lo que ya se sabe que se sabe, debe relevarse. Lo fundamental debe ser formar personas para lo complejo, para la investigación del riesgo y de la incertidumbre en combinación con lo global, para lo universal. Los empresarios, hacia el futuro, deberán potenciar empresas, que serán las del futuro, de forma que una sola, estimamos, sea aquella que tendrá una variada gama de producción de objetivos o servicios de producción; con clústeres con objetivos específicos y diferenciados, con planeaciones y organizaciones, personal, recursos, gobierno y poder independiente y con controles pertinentes, con promoción de mejora continua y con bancos de innovación propios y absolutamente fundamentados en la tecnología, la cibernética, la robótica, en las que la rotación y el remplazo en los haceres, por el saber y la capacitación en oficios diversos en el trabajador y el poder horizontalizado y hasta circular, sea lo primordial. Todo empresario debera tener un gran mentor, alguien que guíe la carrera de la empresa, que ayude a aprender y crecer; que ayude en la transición a varias etapas del trabajo y la vida, en la investigación, la capacitación, el emprendimiento en la búsqueda de objetivos nuevos para la empresa. Diversificar la capacidad empresarial para elaborar, no uno, sino varios productos o servicios para la atención del mercado y de los clientes de la empresa. Actualizar su hacer diversificando su productividad con el aprovechamiento de la tecnología, la cibernética y la robótica. El aula empresarial: Se está en el tiempo del mayor acrecentamiento del conocimiento para pensar, saber, hacer mejor y eficientemente y eso hace que el ámbito de estudio y de investigación cada día abarque más.