Que nadie te cuente el final. Un libro que guarda muchos secretos, pero que también debes esconder tú. Nada será como habías imaginado. «Simplemente repasar sus gestos, foto a foto, me ha servido para saber el punto exacto en el que estaba su corazón. Mirándole he aprendido a distinguir cuándo estaba enamorado y cuándo n o. No, no estoy loca, cuatrocientas cincuenta fotografías son pocas comparadas con las