Las dos hijas mayores de Lear, rey de Bretaña, se casan con los duques de Albania y de Cornualles, mientras que por la menor, también en edad de merecer, aspiran el rey de Francia y el Duque de Borgoña. Con la intención de dividir su reino entre las tres hijas, según el grado de amor que cada una siente por él, deja a la más joven sin su parte de la herencia pues ella comete el error de responder con la verdad del corazón, al contrario de sus hermanas. Lear descubre los ambiciosos proyectos de su hijas mayores, que solo desean arrebatarle el trono, y cae en la cuenta de la enorme injusticia que ha cometido con su otra hija. Se tejen toda clase de conjuras y finalmente el rey despojado, vaga solicitando en vano la consideración que le es debida. Finalmente, encuentra refugio al lado de Cordelia, su hija menor. Desgraciadamente la tranquilidad no dura mucho y son apresados por sus enemigos. Cordelia es estrangulada ante los ojos de su padre, quien muere de dolor al ver cómo el mundo aprecia la maldad más que los nobles sentimientos.