Probablemente, la energía será el reto a superar por la humanidad del mañana. Nuestro futuro dependerá de conseguir fuentes de energía económicas y no contaminantes. ¿Cómo y con qué costes de transformación lograremos unas energías limpias, renovables y no agotables en su fuente primaria? ¿Cómo descentralizar el modelo de producción y distribución para evitar los problemas actuales, como la insoportable tenaza del precio del barril de petróleo? Y, sobre todo, ¿cómo lograr un consumo más eficiente y responsable caminando hacia sistema de autoalimentación energética? Estamos ante un libro importante, que aúna rigor científico y técnico con una sorprendente claridad expositiva, que le convierte en un libro de referencia para la divulgación del reto energético, planteando un cambio del sistema energético actual, al que considera como fuertemente centralizado, desorganizado, insolidario, contaminante e ineficiente, por otro mucho más descentralizado, limpio, que permitirá mayores niveles de solidaridad y eficiencia. La vida en el planeta Tierra está en riesgo como consecuencia de la interacción del sistema energético, altamente ineficiente y contaminante. Las propuestas más atrevidas y clarividentes no pasan de un tímido control de las emisiones de gases de efecto invernadero que, además, ni se aceptan por todos ni se cumplen por los que se comprometen a hacerlo. Los planteamientos, casi aceptados ya por todos, de mejorar la eficiencia de los sistemas, el uso de energías renovables y un consumo responsable, resultan inevitables pero no resultarán suficientes. Es imprescindible una modificación sustancial de las estructuras energéticas, acercando la generación al consumo, aprovechando las nuevas tecnologías energéticas.