Esta novela es una obra fabulada, inspirada en el quehacer de un hombre que conocí frente al Museo del Oro de Bogotá, Colombia. Él se dedica a construir trabajos artesanales con alambre “dulce”; diseña y fabrica nombres y figuras, y las vende frente al museo. En esa oportunidad, lo observé un largo rato; miré como movía sus manos, haciendo del arte algo sencillo, y el valor de sus piezas accesible, a los transeúntes y personas que visitan el museo. Noté que mientras construía sus piezas, mostraba su talento en cada doblez que le daba al metal, destacando en su semblante la satisfacción por “hacer algo” que brotaba desde su interior, quizá, desde su alma. Entonces pensé: "Este hombre ama lo que hace, conoce el Amor". Luego, visite el Museo de Oro de Bogotá y llamó mi atención una figura precolombina llamada El Poporo Quimbaya, confieso que al mirarla me dije “estoy contemplando una obra de arte, estrictamente geométrica, construida en la misma época cuando Euclides enunció su célebre obra Teoría de los Elementos. Este libro es un viaje, una travesía por nuestra historia hispana. Este recorrido puede ser real o imaginario, dependiendo de cada persona; porque cada quien decide “ser o no ser”, un Hacedor de Nombres.