El Gran Jefe gobernaba un extenso territorio y los habitantes creían que se encontraban a salvo de todo peligro gracias a la valentía y fuerza de su jefe, pues este sostenía que él solo era capaz de vencer a los más terribles monstruos, al diablo e incluso a la muerte. Cada noche subía a la cima de una montaña donde se enfrentaba con estos seres tenebrosos y los habitantes de la región escuchaban gritos y quejidos que los aterraban, imaginando cruentas batallas. Sin embargo, un valiente niño decidió una noche seguir al Gran Jefe, porque al crecer, quería ser tan valiente como él, y si observaba cómo se comportaba en la batalla, algún día, él también sería el Jefe. Sin embargo, descubrió un terrible secreto que durante muchos años había sometido a su pueblo.