Los cuentos del irlandes Oscar Wilde constituyen un prodigio de arte narrativo, a la vez que nos muestran los defectos y virtudes de la sociedad de su tiempo, sobre todo en el contexto de la Inglaterra de finales del siglo XIX, todavia gobernada por la reina Victoria. Wilde sabe aunar como nadie fantasia y critica social, conduciendonos a un ambito de ensueños salpicado por una elegante y fina ironia, utilizando siempre con maestria el lenguaje.