Cada vez que agachamos la cabeza, nos sometemos o accedemos a peticiones irracionales, le damos un duro golpe a la autoestima: nos flagelamos. Y aunque salgamos bien librados por el momento, logrando disminuir la adrenalina y la incomodidad que genera la ansiedad, nos queda el sinsabor de la derrota. ¿Quién no se ha mirado alguna vez al espejo tratando de perdonarse la sumisión o no haber dicho lo que en verdad pensaba? ¿Quién no ha sentido, así sea de vez en cuando, la lucha interior entre la indignación por el agravio y el miedo a enfrentarlo? Aun así, en cada uno de nosotros hay un reducto de principios donde el “yo” se niega a rendir pleitesía y se rebela. Tenemos la capacidad de indignarnos cuando alguien viola nuestros derechos o somos víctimas de la humillación, la explotación o el maltrato: podemos decir NO. En el proceso de aprender a querernos a nosotros mismos, junto al autoconcepto, la autoimagen, la autoestima y la autoeficacia, que ya he mencionado en Aprendiendo a quererse a sí mismo, hay que abrirle campo a un nuevo “auto”: el autorrespeto, la ética personal que separa lo negociable de lo no negociable, el punto de no retorno. Detrás del ego que acapara, está el yo que vive y ama, pero también está el yo aporreado, el yo que exige respeto, el yo que no quiere doblegarse, el yo humano: el yo digno.
"Me encantó, muy recomendado para aprender y desarrollar la asertividad, darse su lugar."
Nilson Arley Castañeda Alfonso Martes 07 de Julio, 2020"Gracias llegó a tiempo"
Daulis Dayana Ortíz Camacho Domingo 26 de Julio, 2020"Excelente "
Freddy Aparicio Viernes 10 de Febrero, 2023"Excelente edición lo esperado y en tiempos de entrega acordados"
Juan Ramirez Jueves 16 de Noviembre, 2023"muy bueno"