Se puede considerar a Rousseau fundador de la democracia moderna, ya que fue el primero en sentir verdadera e intensamente el significado de los conceptos pueblo y soberanía popular; el propio tiempo reivindicó para el pueblo los derechos, dio a este ser colectivo una existencia efectiva y real. Por otra parte, se alejaba del grupo de filósofos de la ilustración por el sentido nuevo, casi romántico, que tenía la naturaleza como fuerza creadora, espontánea y viva en la interioridad del propio hombre. Sabemos lo muy combatido que ha sido Rosseau, pues en sí mismo era un ser enormemente contradictorio que era a su vez revolucionario, contrarevolucionario creyente, gran pecador que confiesa sus pecados. Paradójico en su vida y en todas sus manifestaciones. Sus ideas chocaron contra todas las de todos los de su tiempo, y siguieron chocando, principalmente por su Contrato Social. No obstante sus méritos se han ido abriendo camino pese a tantos detractores siendo ineludible conocer su obra.