La salsa transformó para siempre la musicalidad del continente americano, modificó la maneras de entender el arte del baile y le dio al barrio, a la esquina, una importancia que antes jamás había tenido. El escritor cubano Leonardo Padura lo describe de una forma intensa, al decir que la salsa enriqueció con una perspectiva urbana, barriotera y descarnada la nueva realidad que se vivía.