En el cuadro tras escena, hasta en el cine de un violento erotismo, Raúl H. Mora encuentra a Dios. Se vale de las mismas herramientas planteadas en su libro Tras el símbolo literario. Escuelas y técnicas de interpretación (ITESO / UIA-León / UIAPuebla, 2002) para hacer un análisis de 17 producciones cinematográficas recientes. La acción corre buscando a Abbá en el ser humano. Paneo desde el dinamismo sensual y amoroso (Ojos bien cerrados, Amores perros), pasando por el abrigo de los pobres de espíritu (Mi vida en rosa, El globo blanco, Bailando en la oscuridad), hasta detenerse en las luchas y esperanzas de estos días globalizados (Antes de la lluvia, El empleo del tiempo, Ciudad de Dios, Baraka). Cada parlamento de este guión invita a constatar que Dios está en quienes se refugian en el placer, en quienes tienen amor para dar, en quienes contemplan, en quienes son diferentes y en quienes son testigos o víctimas de guerras artificiales, de enfrentamientos religiosos o de fidelidad violenta.