Vives se caracteriza por hacer una crítica al abuso de Aristóteles, sobre todo cuando este uso era sobre la base de una incorrecta concepción del Estagirita. Vives insistía en la observación y la experimentación apoyadas en la razón. Pero también sostenía la necesidad de hacer una crítica del saber, es decir, una crítica de los límites de toda disciplina, sea respecto a su legitimidad como en el campo de su aplicación. Esto lo vemos con claridad en esta obra en cuento a la jurisprudencia; leemos constantes referencias a la necesaria observación de la situación propia, de las costumbres y las necesidades de cada pueblo, para que las leyes realmente logren fomentar la vida en común. En términos contemporáneos podemos afirmar que Vives es consciente de la pluralidad del ser humano, tanto cultural como jurídicamente: “Son tan diversas las actitudes, el proceder y las relaciones de los hombres entre sí en todas las comunidades del mundo, que no es posible prevenir las conductas que puedan lesionar a la Justicia con ocasión de esas relaciones y darles de antemano una solución jurídica”. Por eso, para dar solución a todos los casos es necesaria la equidad.