En nuestro tiempo, a la vez que se producen debates en torno a la muestra de restos humanos en museos, asistimos al éxito de público de exhibiciones de restos humanos en operaciones comerciales que se sitúan a medio camino entre la divulgación científica y el negocio del espectáculo. Las preguntas que suscita este doble episodio contemporáneo son muchas, las respuestas dependen, en mayor o menor medida, de argumentos en boca de un amplio elenco de expertos de diferente condición y procedencia (geográfica, cultural, social). Sin embargo, con frecuencia, la historicidad del fenómeno está ausente de los debates, de manera que es difícil dar respuestas cuya comprensión, necesariamente, comporta la introducción de una perspectiva histórica adecuada acerca de la exhibición de cuerpos, fragmentos y restos de ellos, o modelos anatómicos en soportes diversos