Estoy seguro de que puedo contar esta historia.También estoy seguro de que nadie se la creerá.Eso me da igual. Me basta con contarla. Para mí —yestá claro que para muchos escritores, no solo losnovatos como yo—, el problema es decidir pordónde empezar. (...)Y ahora, mientras pienso en esas cosas, veo unclaro hilo que conduce a lo largo de los años hastael señor Bowditch y el cobertizo cerrado concandado detrás de su vieja y ruinosa casavictoriana.Aunque un hilo puede romperse fácilmente. Portanto, no un hilo, sino una cadena. Una cadenasólida. Y yo era el chico con el grillete en torno a lamuñeca.
"Una maravilla, como todos los libros de Stephen King. "