Un viejo profesor de historia se sentó bajo su arbol de mango y mecanografió seis pequeños volumenes de consejos y ensayos para sus dos hijos. Hizo seis libros en formato octavo para cada uno de éllos. Cincuenta años más tarde, esos hijos decidieron compartir los dos libros iniciales, llenos de consejos y máximas, con el mundo para hacerlo descubrir la peculiar y fascinante mente de su sabio padre.