Vivir, pensar y sentir: tres conceptos relacionados directamente con los nutrientes que nuestro cuerpo incorpora, y cuidarse signifi ca ser capaz de darse a uno mismo la posibilidad de ser feliz. No hace falta enfermar para empezar a tener una dieta coherente: día a día hay que trazar en nuestro interior las huellas nutritivas sobre las cuales edifi car una buena vida. En cada comida podemos dar la oportunidad a nuestras células de luchar con dignidad para su supervivencia. Detrás de la repetición de lo que es cotidiano, solemos encontrar la fuerza tranquilizadora del orden. Comer bien va mucho más allá de un hecho puramente nutritivo, ayuda a luchar contra la confusión en que un cuerpo y una mente mal alimentados siempre desembocan. Cada grupo de alimentos tiene unas propiedades que el cuerpo necesita, y este libro da las claves para vivir mejor comiendo de manera saludable. De una manera amena, la autora plantea con claridad las preguntas que muchos de nosotros nos hacemos y no sabemos responder. Comer bien, cuestión de inteligencia nos ayuda a tomar nuestras propias decisiones de manera consciente para alimentarnos mejor y ser más felices.