Tras el rapto de su hermana Europa, Cadmo parte en su busca con la orden de no regresar a Tiro sin ella. Se inicia así un infructuoso periplo que lleva al hijo del rey de Tiro a recorrer el mundo conocido hasta llegar a Delfos, donde el oráculo le conmina a abandonar la búsqueda y fundar su propio reino en el lugar que le indique una becerra. Cadmo trabajará para erigir su ciudad, la futura Tebas, pero antes tendrá que enfrentarse a los designios de los dioses, que lo premiarán y castigarán por sus acciones. Su historia, marcada por la obstinación, representa el origen de una de las grandes ciudades griegas y de la maldición que se cebará sobre ella en los tiempos venideros.