¿Es el país una abstracción, una palabra que llama al combate, la suma de aciertos y errores compartidos por un grupo de hombres y mujeres en una geografía y que varias lenguas intentan descifrar? Una manera de darles nombre a los olores, las luces, las alegrías y los pesares de nuestra república podría hallarse en los poemas que incluye esta antología. Poema en vez de poetas, instantes escogidos de la corriente del tiempo por el recuerdo y el gusto caprichoso, voces que acaso en su limite encuentran su mayor perfección. Decires enamorados o plenos de resignación, los mundos convocados por estos versos son la síntesis de una historia contemplada con ojos que quieren ver por primera vez las cosas.