¿Cómo se gestó el nacimiento del Canal del Fútbol el 2003?, ¿de qué manera opera? y ¿cómo llegó a convertirse en un modelo pionero a nivel mundial que terminó por cambiar para siempre la forma en que el fútbol profesional gestiona su propia imagen? Esto es solo parte de lo que podrá dilucidar al leer estas páginas que revelan detalles desconocidos de la historia de un modelo de negocios que ha alimentado aún más la pasión de los hinchas de este deporte y que a todas luces ha resultado ser exitoso, aunque no ajeno a dificultades ni polémicas. Cualquier historia que tenga como ingredientes el fútbol —pasión de multitudes— y el dinero —con las envidias que ello conlleva— resultará sabrosa. Y ésta no es la excepción. A través de un relato duro y pormenorizado, CDF. La historia secreta revela una guerra desconocida para los cientos de miles de abonados que posee el canal. Aspectos ocultos de un juego táctico, en ocasiones sutil, a veces sucio, que descubre detalles inéditos desde el mismo instante en el que empezó a gestarse el mayor negocio del futbol chileno. Una batalla que comenzó mucho antes de abril de 2003, cuando el CDF inició formalmente sus transmisiones, y que da cuenta de cómo el canal que partía con una apuesta familiar y todo en contra —asociándose con un fútbol quebrado y resistido; con un computador y tres funcionarios, y que tenía una valorización inicial de 36 millones de dólares— hoy tiene casi doscientos empleados y entrega una cantidad de recursos a los clubes que nadie se habría imaginado, con una valorización superior a la de los cuatro principales canales abiertos nacionales en su conjunto.
"Muy bueno"