Nos propone una reflexión profunda sobre algunas de las realidades preocupantes del momento: los bajos precios del cava que ahogan al viticultor y hacen difícil la viabilidad del sector; la introducción de variantes ajenas al territorio, que originan una pérdida de singularidad; la tendencia al individualismo, que malbarata energías e impide apostar con decisión por campañas genéricas...