Ramón Sánchez , el protagonista de esta historia, lo tiene todo: un buen trabajo, salud, una familia. hasta que una reubicación laboral y un ataque de lumbago loRamón Sánchez , el protagonista de esta historia, lo tiene todo: un buen trabajo, salud, una familia. hasta que una reubicación laboral y un ataque de lumbago lo despiertan de un largo sueño de más de 20 años. ¿Qué ha hecho con su vida? ¿Qué ha sido de todos sus sueños y anhelos de juventud?“Lo único que había ante mis ojos eran peces y burbujas.Y mi cara..y fue mi cara lo que no reconocí.”Es aquí donde Ramón empieza este largo viaje que es conocerse a uno mismo, volver a tomar conciencia de quién es uno y qué es lo que quiere. Es el momento de despertar y empezar a vivir.- Primera incursión en la novela gráfica del autor valenciano- El regreso de Daniel Torres a la sobriedad cromática, después de años explorando las posibilidades del color.En palabras del propio autor... " Burbujas surge de la necesidad de poner en un estado de ficción una perplejidad vital.”“Estas son las reflexiones de un adulto que se da cuenta de que no hay respuesta a todas esas preguntas que se hacía cuando era joven."“ Burbujas es, entre otras cosas, una reivindicación del blanco y negro y una obra de género testimonial.”Los medios dicen... “Con una expresividad gráfica maravillosa, Daniel Torres nos cuenta una historia conmovedora, al tiempo que desternillante y melancólica, sobre el sentido de la vida, la felicidad y los sueños. Una verdadera delicia.” Rosa Montero , autora de El corazón del tártaro “Con un dibujo claro y sencillo y mediante el blanco y negro, Torres deja atrás el cómic clásico para dar prioridad a los diálogos, en un relato que ofrece varios niveles narrativos, desde la realidad a los sueños del protagonista, pasando por historias paralelas que aportan un toque humorístico a las viñetas.” Diario ADN “Torres está por encima de los géneros, y su capacidad como autor solo depende de sí mismo. Y pasa el reto de Burbujas con nota muy alta, demostrando que no le tiembla el pulso.” Álvaro Pons