Las historietas de este libro tienen como trasfondo la guerra, pero trascienden el género que muchos llaman bélico. Todas tienen algo que las amalgama y es la preclara sensación del horror que transmiten, el de vivencia real, el de historia cierta. Hablan de la transformación que genera la guerra, de la inocencia que se mansilla ante el show del espanto que los seres humanos están destinados a vivir. Todo este conjunto de durísimas historias tienen la particularidad contradictoria de no parecerse gráficamente ninguna a la otra, pero -en todas- la expresividad de los dibujos de Lautaro Fiszman nos sacude la fibra más honda. '
"Sin problemas..."