La palabra de Dios dice que todos los hombres son pecadores, y que la paga del pecado es muerte. Hay dos lugares a donde el hombre va cuando muere al cielo, o al infierno si uno lo rechaza. Dios dice que por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios. Pero no importa cuán grandes o graves puedan parecer tus pecados, ni la situación que estés atravesando, ya sea en tu hogar, matrimonio, finanza o salud, Jesucristo está esperando por ti, que lo aceptes como Señor y Salvador. El padeció y murió en la cruz del Calvario por todos nuestros pecados y enfermedades; y si deseas recibir el regalo de la vida eterna, solo tienes que leer esta oración en voz alta, creyendo lo que está confesando con todo tu corazón.