Este libro propone revisar la pertinencia del término artesanía para nombrar a la producción estética popular latinoamericana, pues es un concepto gestado en el contexto europeo-moderno, que conlleva resonancias peyorativas (la carga de la funcionalidad). También propone el abandono de la identificación entre lo estético y lo formal. Lo estético, en tanto conocimiento sensible, implica otros elementos que no son los exclusiva y excluyentemente formales. La percepción también permite comprender las relaciones de sentido que se establecen entre los objetos, las prácticas y el mundo de la cultura que los crea, como su grado de resistencia frente imposiciones foráneas. En esta investigación también se consideran estéticos otros matices de los objetos y las prácticas culturales: el valor técnico y el papel que juegan las condiciones de producción (que aquí se reúnen bajo el nombre de valor “tecnísimo”), sus relaciones con la cosmovisión de una cultura determinada, (que se denominan valor “sacro-usual”) y la resistencia que pone la comunidad a la hora de aceptar y adoptar modelos o paradigmas foráneos, (que recibe el nombre de valor “mambí-forme”).