En el año 330 a. C., mientras Alejandro Magno entra en Persépolis y se hace con el más fabuloso botín que el mundo haya conocido hasta la fecha, en Atenas se produce una misteriosa e inquietante desaparición. El joven Estéfano y su maestro Aristóteles se enfrentan a un enigma que no solo pondrá a prueba sus dotes detectivescas, sino que también pondrá en riesgo sus vidas. La bella Antía, hija y heredera del célebre platero Polícrates, ha desaparecido cuando estaba a punto de cumplir dieciséis años, y tan oscuros son los propósitos de quienes han cometido este infame delito —¿Secuestro, matrimonio a la fuerza, asesinato? —, como la identidad de los criminales. Solo una cosa parece segura: los culpables se dirigen al viejo oráculo de Delfos. Por otro lado, la primavera se encuentra a las puertas, y Estéfano se encuentra en una edad en la que no es fácil resistirse al influjo que esta época tiene en los corazones apasionados, así es que el viaje que emprende en compañía de su maestro se convierte en una fuente de aventuras de muy diverso signo. Acechado a un tiempo por el amor y la muerte, Estéfano deberá recurrir al afamado oráculo para encontrar respuesta a los enigmas que le acechan, y encontrar de paso paz espiritual. Los dioses, tarde o temprano, siempre imparten justicia.
"En muy buen estado llego el saldo"