es notorio que los vikingos fueron un pueblo guerrero que desde su escandinavia natal se expandió en sus cruentas correrías piratescas a lejanos destinos europeos, entre ellos la sevilla de los omeyas quienes enviaron al primer diplomático que visitaría a los hombres del norte de europa que recibía el apodo de al-gazal (la gacela) y el relato de su embajada constituye un material de primer orden para el estudio de las relaciones hispano-escandinavas durante la época en el ámbito político, cultural, ecónomico y militar.