A caballo entre cáncer y regaliz de palo se desarrollan estos versos de una potencia brutal estrellándose contra cada uno de los orificios de nuestra piel, lúbricos y depositarios de un anhelo intermitente que se reflejan en nuestra mirada como arcoíris de barro promisorios. A caballo entre cáncer y regaliz de palo, en equilibro sobre surrealistas metáforas que dibujan ventanas en las paredes de nuestras cárceles y punzantes certezas que estigmatizan nuestra frente.